La clase de natacion


Hey que tal amigos y seguidores de catoliscopio, les dejo el día de hoy una reflexión personal que surgió de un día que fui a confesarme y mientras esperaba en la fila recordé todas las cosas que mi madre me decía aerca de que no le gustaba que pasara tanto tiempo en la parroquia, ni en los grupos de jóvenes ni nada de eso, me decía que para que iba si muchas veces no veía ningun cambio y tratando de explicarle que para mi era un necesidad la de estar ahí y que poco a poco iba ir cambiando no la pude hacer entender jeje en fin ya ven como son las madres no? les dejo pues la reflexión.

¿Alguna vez alguien ha sentido que se ahoga?

¿si?

pues si efectivamente muchos de nosotros alguna vez hemos ido a nadar o estado en un curso para aprender a nadar y sentimos que nos ahogamos, a pesar de que el instructor o la persona que este enseñandonos se encuentre a un lado de nosotros.

Pero bueno ¿que es lo que hacemos en estos casos ?, a poco decimos naaa ps ya me estoy ahogando ya nimodo ya me ahogue.  Y pregunto de nuevo: ¿a caso hacemos eso? . . . . PUES NO !!! verdad, sino todo lo contrario lo que hacemos es que gritamos, pataleamos, movemoss los brazos desesperadamente y total; hacemos cualquier cosa para salvarnos de esa mala situacion es decir de no ahogarnos.

¿Es cierto o no es cierto? si tu respuesta es afirmativa te invito a que sigas leyendo esto.

Precisamente y en lo personal creo que lo mismo pasa cuando venimos a la parroquia, que somos parte de un grupo de jovenes, de un coro, de algun ministerio, de los lectores, de los adorares, etc. Y es porque muchas veces dentro de nuestro servicio a Dios sentimos que nos ahogamos, que ya no podemos, porque es el pecado que nos ahoga, es el mundo con sus problemas y tentaciones que nos ahoga, el mundo nos quiere ver hundidos en lo peor de lo peor y es por eso que debemos nadar, debemos patalear, y gritar para no hundirnos.

Es mas para que esto sea un poco mas didactico pondre este ejemplo:

Cuando alguien se lanza a una piscina de aproximadamente 3 metros de profundidad, ¿que es lo que pasa? ; si hablamos de una persona que sabe nadar no se va ahogar; pero una persona que no sabe nadar lo mas posible es que empiece a gritar exahustivamente para que lo oigan, mientras trata desesperadamente de mantenerse al borde de la superficie, esa persona siente miedo, desesperacion, siente culpa por haberse lanzado sin saber nadar, pensó que nada malo le iba suceder y se lanza a su suerte, pero cuando siente la consecuencia de sus actos, grita, grita hasta que alguien lo escuche para que lo salve. Y precisamente eso es lo que pasa con Dios, porque el nos escucha en nuestras necesidades, y nos tiende su mano para salvarnos de morir, nos rescata de ahogarnos para despues eneñarnos a nadar y a luchar para asi no ahogarnos en ese pecado, en esa ignorancia, en esa ausencia de Dios. por eso veanlo de esta manera:

LA VIDA DEL CATOLICO ES COMO UNA CLASE DE NATACION DONDE LA PISCINA ES EL MUNDO, Y EL INSTRUCTOR ES DIOS.

El que no sabe nadar se va ahogar, el que aprende a nadar puede andar en el agua sin ahogarse. el que aprende a seguir e imitar a Cristo puede andar en el mundo sin caer en el pecado, el que no conoce a Cristo ni lo imita cae fácilmente en el pecado.

Con esta reflexion podemos darnos cuenta de que aprender a nadar es de suma importancia para el catolico claro viendolo desde el punto espiritual, por eso no debemos de faltar a ninguna de las clases de natacion que Dios nos regala, para poder ser capaces de andar en la piscina del mundo sin ahogarnos y asi agradarle a Dios.

FIN.

Y así fue que después de tanto pensar pude idear una manera mas didáctica de responderle a mi madre, lo malo fue que nunca pude decírsela, pero lo bueno es que poco a poco comprendió mi situación sin tener que explicarle yo mismo jeje gracioso no?.

Me despido entonces amigos de catoliscopio deseándoles muchas bendiciones y espero que si algún dia se les presenta una situación parecida les sirva esta reflexión.

Por: César Contreras Cárdenas

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